domingo, 12 de abril de 2015

Amsterdam City Chronicles, By Kitsune…

¿Entramos al castillo?


Amsterdam City Chronicles, By Kitsune…

Llevamos un largo tiempo alejados del blog, pero no por falta de ajetreo, si no más bien al contrario! No obstante.. No era la intención. Queremos que siga vivo, aunque haya que beberlo a sorbos chiquititos!

Pero al menos os vamos a compensar con una de nuestras aventuras más recientes, y la más excitante que hemos vivido hasta la fecha..  Dejadme que os cuente mi última escapada con 4th!

Esta vez el escenario fue Ámsterdam, centro neurálgico del morbo, del deseo, el  sexo y el paraíso Swinger por excelencia.

La idea fue de unos buenos amigos de batalla, a los que llamaremos “SH”, que nos propusieron un viaje conjunto con un grupo de amigos. Finalmente sólo quedamos los cuatro, y allá que nos fuimos a conquistar Holanda!

En Marzo estábamos aterrizando los cuatro en la mismísima Ámsterdam, emocionados y con ganas de pasarlo muy muy bien.

La ciudad es maravillosa, sus calles, la diversidad de la gente, sus locales, esos maravillosos coffee shops… ¡que buenos recuerdos y que días de risas y placer!…

Todo el mundo lo sabe: primer día en la ciudad y  visita obligada al Barrio Rojo, increíble, todo lo que podamos contaros de ese lugar sabría a poco. Una parejita con la que nos pusimos en contacto allí, se ofreció a enseñarnos el barrio con ese inimitable toque local y llevarnos de coffee shop. Sus calles estrechas, iluminadas con sus característicos farolillos rojos, los escaparates con gran variedad de chicas mostrando sus cuerpos con lencería maravillosa. Calles llenas de placer y lujuria, donde podías dejar escapar tu imaginación…

Por las noches llegábamos destrozados a la habitación del hotel, de tanto andar por todos lados y visitando la ciudad.

Todos estábamos emocionadísimos por lo que nos esperaba la noche del sábado nos habían invitado una pareja de SDC a una exclusiva fiesta a la que sólo se puede acudir por invitación de los organizadores. Se trata de fiestas muy conocidas en el ambiente Swinger en toda Europa, ya que solo se celebran 3 al año y en las que la lista de invitados es selecta y muy cuidada. Esta en cuestión se celebraba en un maravilloso castillo a las afueras de Ámsterdam. La etiqueta de la fiesta era, hombres vestidos de smoking y las mujeres con su mejor lencería. (Dress to Impress!!)

Al llegar no nos podíamos creer donde estábamos, al más puro estilo Eyes wide shut, el castillo era impresionantemente grande, en la entrada un foso iluminado con luces, que al cruzar te recibían con una grata sonrisa y una lista de invitados.

Al decir nuestros nombres ya supieron quiénes éramos, los españoles, quizá un toque exótico en un grupo de gente que aunque grande se reúne periódicamente en estos eventos… fueron encantadores con nosotros, nos recogieron los abrigos y nos dirigieron al interior del castillo. Por dentro aún era más impresionante, no podíamos creérnoslo.

Nos indican que la “etiqueta” para las mujeres es ya de entrada picante, y pasamos a un cuarto donde poder cambiarnos en la antesala del salón de baile, para quitarnos los vestidos que llevábamos y quedarnos en lencería nada más llegar.

Nos metimos en una habitación donde todas estaban cambiándose. Nosotras seguimos el protocolo de la fiesta, así que nos quitamos todo lo que llevábamos y nos quedamos en lencería, medias y taconazos.

Pasamos a la habitación de la fiesta, todo era lujo y glamour, la gente impresionante, parecían sacados de un catálogo de modelos.

Ellos altos, guapos, fuertes ¡mi amiga y yo no sabíamos dónde mirar! Y yo aún peor, puesto que todos sabéis ya mi debilidad por las mujeres… ellas impresionantes, guapísimas, arregladísimas, lencería carísima y de lujo. Todo cuidado al más mínimo detalle.

Había un Dj poniendo música sin parar, todo el mundo saludándose, conociéndose, bailando y mostrando sus mejores galas.

La fiesta conforme iba transcurriendo la noche se iba poniendo cada vez más caliente, el alcohol y las feromonas en el ambiente iban surgiendo efecto.

Mi chico y yo fuimos a dar una vueltecita por la fiesta a ver que veíamos y si nos animábamos un poco.

Entramos en la sala de juegos, silenciosa, solo se oían las respiraciones entrecortadas y los jadeos de lujuria.

La habitación como todas las estancias, era enorme, llena de diferentes alfombras en el suelo, una gran cama central con dosel y cortinas translúcidas de color blanco. A los lados distintas variedades de  divanes de color blanco, todo muy pulcro y cuidado, detalles como biombos separaban un ambiente de otro. Velas por todos lados, luz muy tenue en la habitación, decoración rococó-clásica. Y por si no quedaba claro por la atmósfera, cuencos enormes en las esquinas llenos de preservativos...
4th y yo nos pusimos en uno de los divanes a jugar un poco entre nosotros para entrar en sintonía con el ambiente. La imagen de los cuerpos bañados con las luces tenues de la habitación, el olor mezclado a perfume y sexo, todo era tan excitante.

Entró un chico alto mulato que no paraba toda la noche de mirarme y acercarse a mí, yo me sentía muy atraída por él. Se acercó a mi mientras se la lamia a 4th, se agacho y me dio un pequeño azote en el culete.

Al rato apareció con una chica rubia y nos pusimos a su lado, nosotras comenzamos a besarnos, acariciarnos suavemente, jugando con nuestras manos y nuestros labios. Me acerque al chico mulato que llevaba toda la noche coqueteando y comenzamos a besarnos. Empezamos a calentarnos más y más. 

Me puso de pie y me cogió de la mano, me llevó a otra estancia al fondo de esa misma habitación, era más recogida, más íntima, solo estábamos él y yo, solos. Seguimos besándonos, acariciándonos, desnudándonos. Yo me arrodillé para poder introducirme su enorme polla en la boca y poder saborearla. En un momento de explosión me agarró fuerte de la cintura y me puso contra el banco donde estaba sentado, me colocó a 4 patas, se puso un preservativo y me la clavó fuerte hasta dentro. Su embestida sacó un grito profundo de mi garganta. Agarrándome fuerte de la cintura y azotándome en el culo como a mí me gustaba seguía follándome bien duro, sus ataques cada vez eran más duros hasta tal punto que llegó a desmontarme el collar que llevaba, cayendo al suelo en varios pedazos.
4th entró en la habitación con la otra chica, los cuatro allí juntos compartiendo gritos y gemidos, caricias y miradas de complicidad. Acabamos corriéndonos, pero el juego no terminó, nos fuimos juntos a la cama central de la habitación principal.

Había varias parejas en la cama desnudas, practicando sexo en distintas posiciones. Nosotros cuatro nos unimos y nos tumbamos a un lado de la cama. Todos nos fundíamos con todos, caricias de diferentes manos, besos, cuerpos. Todo era puro placer, sensaciones, la situación y el morbo de ese momento consiguió que nos dejáramos llevar todos con todos.

Al terminar ahí, nos levantamos para ir un rato a la pista de baile y pedirnos algo para beber y refrescarnos un poco. 4th me dejó allí bailando mientras él pedía, pero cuando volvió ya me encontraba sentada al lado de una chica negra guapísima, con un cuerpo esculpido a base de esfuerzo y una genética privilegiada. Resulta que la chica era muy muy bisexual.. lo que me faltaba!. Sus besos eran un gustazo, sus labios carnosos hacían que no quisieras que para de besarte. Sus caricias fuertes, dominantes, hacían que cayera totalmente sumisa a todo lo que ella quisiera. Se me sentó a horcajadas y agarrándome con violencia de la cara comenzó a besarme muy muy posesiva, mordiéndome los labios y tirándome del pelo hacia atrás, haciendo que mi cabeza quedará inmovilizada a su merced. 4th nos miraba deseoso, lujurioso, le encantaba la situación que estaba ocurriendo delante de sus ojos. Pero ella no le dejaba participar y tenía ojos solamente para mí.

Después de un rato se levantó para buscar a su marido y 4th me cogió de la mano y nos volvimos a ir a la habitación de juegos.

Comenzamos los dos en un diván en el lateral, cuando llegó una pareja y se puso a nuestro lado a jugar. Ella se dejaba tocar por todos los que estaban a su lado, así que mi chico comenzó a acariciarla. Todo cambió de situación y cuando me quise dar cuenta, 4th estaba arrodillado encima de la cabeza de ella follándole la boca y yo follándome a su marido.

Cada pareja, cada momento, las miradas, las caricias, el deseo, la complicidad, los murmullos y jadeos que se respiraban en esa habitación hacia que todo fuera muy especial guardando ese misterio, ese morbo hacia lo prohibido, hacia lo escondido, a lo que nunca podrías contar abiertamente fuera de esas puertas.

Como guinda final para terminar la noche, quisimos intimar entre los dos un poco, sentirnos el uno al otro, poder besarnos y sentir nuestras caricias, pero al lado se nos sentó una pareja demasiado apetitosa como para dejarla escapar.

Ella, rubia de ojos claros, diseñadora de lencería, preciosa, parecía sacada por catálogo. Su marido alto, rubio también de ojos claros, fuerte con todos los músculos de su cuerpo marcados, no se podía pedir más, ya estábamos listos para entrar en el cielo y sí que entramos, pero por la puerta grande.

El vernos disfrutar con unos y otros, vernos en cada situación transcurrida en la noche, como todo iba sucediendo sin más y una cosa nos iba llevando a otra, hacía que nuestro deseo y las ganas de disfrutar no terminaran nunca. Pero desgraciadamente todo lo bueno tiene que terminar y la fiesta llegó a su fin. Eso sí, podemos decir que le sacamos todo el jugo que pudimos, sin desperdiciar ni un solo instante.

De vuelta ya en la habitación y tumbados en la cama sin fuerzas ni para poder hablar, nos quedamos dormidos.

En mitad del sueño siento las caricias de 4th agarrando fuertemente mis pechos y como su entrepierna va buscando mi húmedo y caliente coñito. Me pone boca abajo con la cara apretada contra la almohada y su mano fuerte agarrando mi cuello, él sabe que esa postura hace que me vuelva loca hasta no poder más. Me folla muy fuerte, clavándome su polla grande y dura como una roca hasta el fondo, sus embestidas hace que grite de dolor y de placer, pero mis gritos no pueden salir libremente de mi boca porque me tiene la cara hundida contra la almohada. Me tiene totalmente inmovilizada, a su entera disposición para hacer conmigo lo que él quiera y poderme usar a su antojo. 

Su erección y su forma de penetrarme cada vez más profunda y rápida hacen que ya no pueda controlarme más y acabemos corriéndonos juntos en un intenso orgasmo.

Suena el despertador, es la hora de levantarnos para irnos, tenemos que recoger todo para dejar el hotel y volver a España, pero mi insaciable deseo hace que me despierte húmeda y con ganas de más. Me giro hacia la derecha buscando a mi chico, besándole en el cuello, acariciándole la espalda y buscando con mi mano su polla. Aún medio dormido ya la tiene dura. Me sumerjo bajo las sábanas y me dispongo a darle los buenos días como a él más le gusta. Y así poder despedirnos de nuestra habitación y nuestro viaje diciendo a aquella ciudad del placer y la lujuria un ¡¡Hasta luego Ámsterdam!!

Yo creo que volveremos… ¿vosotros qué haríais en mi lugar?











viernes, 23 de enero de 2015

Rumbo a Barcelona! (Fdo: Kitsune)

Esta entrada llega con algo de retraso, lo sabemos, pero desafortunadamente a pesar de habérnoslo pasado muy bien en nuestra aventura en la ciudad condal, hubo un infortunio con las fotos y la persona encargada de enviárnoslas, pues…. aún no lo ha hecho. No obstante en un paseo por Barcelona vimos esta imagen y.. somos nosotros o tiene un doble sentido que le va mucho a nuestro blog? En todo caso.. Perdón por la espera….  ;)


Rumbo a Barcelona

Comenzamos nuestras vacaciones en octubre.

Llevamos casi un mes programando que hacer en nuestro destino, Barcelona y mirando alojamiento, vuelos, lugares que visitar, obras de teatro, fiestas nocturnas y alguna que otra escapada Swinger.

Nos hemos puesto en contacto con parejas de allí. Y recibimos la grata sorpresa que todos están deseando conocernos.

Algunas parejas nos proponen fiestas de bienvenida. Nosotros evidentemente no decimos a nada que no, nos sentimos abrumados con tanta hospitalidad.

El móvil comienza a llenarse de grupos de whatsapp y nuestra agenda cada vez se llena de más y más citas para toda la semana, hasta tal punto que llegamos a tener todos los días ocupados.

Yo que nunca he vivido algo así, me encuentro extasiada, nerviosa, a veces algo insegura por la situación. Los días cada vez se acercan más y cuando nos queremos dar cuenta ya es dia 1 y nos encontramos sentados en el aeropuerto con destino BCN.

Esa primera noche nada más llegar nos espera una pareja maravillosa, (con tatuajes a juego) que hemos conocido a través de una conocida página de Internet. Nos hacen de anfitriones y padrinos en la ciudad.

Como os decía, esa noche quedamos para conocernos en persona en un bar en el centro. Después de ahí nos iríamos al Teatre Principal a la fiesta inauguración del Salón Erótico de Barcelona.

La fiesta está llena de actores y actrices del porno, algún que otro fotógrafo y gente como nosotros.
Yo iba vestida bastante llamativa, con un vestido muy ajustado y corto de color amarillo y unos tacones super altos con plataforma que me había regalado mi chico. Ya por la calle al andar la gente echaba alguna miranda furtiva, pero cuando entramos en el teatre ya fue algo más curioso.

La otra chica y yo nos fuimos al baño a retocarnos un poco y al salir para buscar a nuestros chicos nos pasaron cosas muy extrañas. Empezaron a pararnos varios desconocidos y  a querer hablar con nosotras, pidiéndonos fotos y algunos hacían hasta cola; incluso algún actor nos paró para hablar con nosotras. 

Ella y yo nos mirábamos sorprendidas y nos reíamos hasta que un fotógrafo se atrevió a preguntar si éramos actrices. Nosotras a carcajadas empezamos a entender toda esa situación tan surrealista.

Al llegar hasta nuestros chicos preocupados por nuestra tardanza, les contamos lo sucedido y se partían de risa. La noche fue surgiendo de lo más divertida, a algunas personas de allí le repartimos nuestra tarjeta de visita. Que con gran curiosidad la miraban y me preguntaban cosas sobre el blog.

Acabamos la noche hasta la madrugada, nosotros reventados de tantas horas en pie, pero eufóricos porque comenzaba nuestra aventura.
Al día siguiente por la noche quedamos con otra pareja de Barcelona, encantadores, una pareja súper maja y muy guapos los dos. Nos fuimos de copas por el centro y nos llevaron a sitios bastante chulos. Fue una noche de lo más animada, entre charlas, miradas, risas….

La última copa la terminamos en el apartamento. Ya sabéis, música de fondo, poca luz y entre conversación y conversación fue cogiendo aquello otro tono. 4th comenzó a coquetear con la chica y a ponerla cada vez más caliente, hasta que acabó por desnudarla. El chico y yo comenzamos a intimar un poco, pero yo me encontraba algo mareada de tantas copas que llevábamos en el cuerpo, entre juegos de unos y otros cada vez en esa habitación hacia más calor. 

Mi cabeza no se encontraba en ese mismo lugar y al final acabé levantándome sin poder terminar con todo aquello y yéndome a la cocina por un vaso de agua para paliar tanta copa y poder quitarme aquel mareo que tenía.

La noche no salió tan tan bien como nos habría gustado a los cuatro, supongo que hay días buenos y días mejores.

A la noche siguiente teníamos la fiesta en casa de L.B., había organizado una fiesta titulada “Con aires del Sur”, iban varias parejitas, aunque muchos ya se conocían entre ellos, algunos más que otros. 

Yo iba super nerviosa, era mi primera fiesta privada en casa de alguien. La chica de L.B. es todo un espectáculo en movimiento. Su cara, sus labios, su mirada, el cuerpo que tiene, desprende sensualidad y morbo por todos sus poros.

Se acercaba a unos y otros, interactuado con toda la gente de la fiesta, animando y caldeando el ambiente. Yo andaba bastante distante y algo reprimida, los nervios me estaban jugando una mala pasada, comenzaron a jugar unos con otros y yo cada vez me encerraba más en mi misma. Sentía que todo aquello me iba grande, se me escapaba de las manos, no sabía que hacer, ni como actuar. Al final 4th y yo acabamos como espectadores….

Al día siguiente me sentía fatal por todo lo ocurrido en la noche anterior, sentía que por mi culpa no había salido como tenía que haber ocurrido y que a 4th le corte un poco las alas y no lo dejé disfrutar como a él le habría gustado.

Todo el día me fue recomiendo esa sensación, pedí disculpas a L.B. y algún asistente a la fiesta, ya que no fue mi intención.

El viaje estaba dando un giro de lo más inesperado, todo lo que teníamos montado se nos estaba desmoronando. La noche del sábado pasó desapercibida y cancelamos nuestra escapada a Ooops!, no queríamos otro traspiés como la noche anterior.

El domingo al levantarme seguía el aire un poco tenso, yo comencé a arreglarme porque nos íbamos a dar un paseo por la ciudad. Después de un rato, me llega 4th por detrás y me dice con voz bastante seca, no te arregles demasiado porque te va a durar poco y desaparece al instante.

Yo me quedo sentada en la silla terminándome de arreglar y pensando a que venia un comentario como aquel.

Al pasar unos minutos vuelva a parecer detrás de mí, me agarra del cuello fuertemente por detrás, me levanta y me mira a los ojos. Su cara, es de estar bastante cabreado y su voz intimida mucho. Me suelta una torta en la cara y me dice “ya se acabaron los aires de princesita y vas a empezar a hacer todo lo que yo te diga porque me tienes harto con esta actitud, te has enterado zorrita?”

Mi cuerpo reaccionó en dos segundos, estaba sorprendida por todo aquello, muda sin poder soltar ni una sola palabra, pero mojada, muy mojada.. no sé si decir.. ¿a mi pesar?

Me dio unos pasos a seguir, unas ordenes. El domingo cambió de itinerario por completo.

Para empezar me bajo los short de un tirón, me abrió de piernas y me introdujo unas bolas chinas en 
mi coñito húmedo; sin quedar satisfecho cogió uno de los huevos vibradores y me lo metió en el culito. Me bajó la camiseta y el sujetador y pellizcándome los pezones me pusó las pinzas lo más apretadas que pudo. Aquello me dolía horrores, solo el roce del sujetador era abrasador.

Me dio siete de nuestras tarjetas y me dijo que mi primer paso iba a ser bajar a la calle y repartírselas a siete chicas con las que me tendría que hacer una foto y mandársela para ver que realmente era cierto. Tenía de tiempo límite 30 minutos para darlas todas y volver a casa para pasar al siguiente paso.

Yo no me podía creer lo que mis oídos estaban escuchando, pero sí, él iba muy en serio. Me dirijo hacia la puerta y antes de salir, me agarra del brazo y me dice “no te he escuchado darme las gracias”. 

Y yo en mi cabeza gritaba “¿Cómo voy a salir así si parezco un sonajero andante? Se me escucha a kilómetros!!”

Me mira con cara burlona y me dice “¿Me vas a desafiar zorrita? Pues ven aquí” Y para quedarse más contento me mete el otro huevo vibrador por el coñito, ahora si que sonaba lo suficiente como para estar cerca de alguien y que lo oyera.

Bajé las escaleras del piso como pude porque andar con todo eso puesto por mi cuerpo era……
La misión se me estaba atragantando, ¿a quién y cómo me iba a acercar a darle una tarjeta? Y lo más importante ¿qué les decía?

Al final poco a poco me fui metiendo en el papel y me iba acercando a algunas chicas a hablar con ellas para darles la tarjeta. Él mientras tanto no paraba de enviarme mensajes por whatsapp para ponerme aún más nerviosa. Yo le enviaba las correspondientes fotos que él quería.

Cuando ya dí la última tarjeta no me lo creía, subí al piso, me abrió la puerta con esa cara que él pone. No sé como lo hace pero cuando me mira con esa cara hace que arda por dentro.

Me volvío a agarrar del cuello y me clavó su mano entre mis piernas, me dijo “muy bien zorrita, lo has hecho muy bien, ahora te voy a indicar el siguiente paso”.

Me llevó hasta la habitación, allí había varios juguetes extendidos en la cama, me tiró en ella y me arrancó la ropa que llevaba puesta.

Comenzó a jugar con mis pezones y cuando menos me lo esperaba me quitó las pinzas, aquello me provocó un dolor horrible. Me lamió los pezones para que se me pasara aquel hormigueo.

Bajo entre mis piernas y me quitó el huevo del coñito, que ya dejó de vibrar. Me agarró fuerte de las piernas y me clavó su polla super dura dentro de mí. Estaba muydilatada y aquello me estaba encantando. Después de un rato, la saco bruscamente y cogió el micrófono. Buscó la máxima potencia y me lo acerco al clítoris; todo eso me hacía saltar de la cama, no podía parar de gemir y mi coñito chorreaba de flujos cada vez más. Noté que empezaba a jugar con mi agujero y el micro hasta que me metió todo el cabezal dentro. Aquello fue lo más intenso que podía sentir, después de perder la cuenta de todas las veces que me había corrido, paró y me dijo el siguiente paso que iba a dar.

“Vamos a ir a una fiesta privada que han organizado y va a haber mucha gente, no quiero que pase lo del otro día, ¿me has entendido? Vas a llegar, vas a mostrar todos tus encantos, vas a hablar con todo el mundo y vas a ser la chica extrovertida y morbosa que a mi me gusta y lo que es más importante, me vas a hacer sentir orgulloso de ti, de tener a la mayor zorrita a mi lado. ¿Te has enterado bien?”

Aquello me puso muy nerviosa, ¿¿otra fiesta?? ¿De verdad aquello iba a salir bien? ¿Quiénes iban a ir? Muchas preguntas revotaban en mi cabeza. Pero tenía claro que no quería defraudar a 4th.

De camino al lugar de la fiesta, me pregunta muy serio, “¿De verdad quieres hacerlo?”
Tenía muy claro que sí, pero estaba tan nerviosa que no sabía si iba a poder.

Llegamos a la ubicación, mis piernas eran dos flanes. Subimos al piso y al entrar me transformé, me tragué los nervios, saqué mi mejor sonrisa y comencé a hablar con unos y otros.

Todos eran encantadores, ellas guapísimas todas, los chicos venían a hablar conmigo, se respiraba buen ambiente. Algunos invitados eran los mismos de la fiesta anterior, asi que ya los conocía, aunque también vi varias caras nuevas.

Estábamos todos en la cocina charlando y cuando menos podía esperarlo llegó el anfitrión me agarró del brazo y me llevó al salón. Me bajó los pantalones y el tanga, me sentó en el sofá, me abrió de piernas y comenzó a comerme el coñito. Comenzó a salir la gente de la cocina, a causa de mis gemidos, y cuando abrí los ojos el salón estaba repleto de gente; a mi lado se encontraban varios chicos, uno besándome, otro lamiéndome los pezones. Los nervios ya se fueron, mi cuerpo se entregó por completo a todo ese morbo que volaba por la habitación.

Todos comenzaron a jugar unos con otros, los chicos iban pasando por mi, querían tocarme, besarme, follarme. Las horas iban pasando, no tenía noción del tiempo, pero aquello estaba siendo lo más excitante que me había ocurrido en mucho tiempo.

Las chicas eran increíbles, no me cansaba de jugar con ellas. Después de muchas horas sin parar, las piernas ya las empezaba a notar cansadas y temblorosas.

Por último acabamos varios en una cama, follándonos unos a otros. Cuando creía que ya había terminado todo me volvieron a agarrar dos de los chicos y empezaron a masturbarme, mientras uno me agarraba las piernas, el otro me empezó a hacer un squirt, yo solo me deje llevar, mi cuerpo no podía más. Y una vez más me volvió a sorprender, me corrí como nunca me había pasado. Salió un chorro de mí que dejé la cama empapada de flujos.

Ahora si que había terminado todo. Mis piernas temblaban, el cuerpo entero no respondía a mis peticiones. Solo podía desplomarme en la cama y descansar.

Después de un rato, me levanté como pude y me fui a vestir al salón, tenía un hambre descomunal. Mi chico me hizo sentarme en el sofá y me llevó comida y algo de beber para coger fuerzas.

Nos despedimos de todos y nos fuimos a casa. Aquella noche al llegar al apartamento caí muerta.

Los días de vacaciones se iban acabando, nos íbamos despidiendo de todos y agradeciéndoles lo bien que se había portado con nosotros, el recibimiento y la hospitalidad que nos habían dado.

El lunes nos despedimos de nuestros queridísimos anfitriones en la ciudad, 2P. Para celebrarlo nos fuimos a la fiesta de moda en Barcelona, a los Nasty Modays, digamos que fue el broche de nuestro viaje de vacaciones.

Nuestra última noche en Barcelona acabó con un juguetito para mi chico. Quedamos con una chica de tan solo 20 añitos, que estaba dispuesta a venirse con nosotros a casa a pasar un buen rato los tres.

Está noche era sólo para él, yo no participé en el juego, solo para dominarla y mandarle a ella todo lo que tenía que hacer. Me gustó sentir ese lado poderoso-dominatrix en mí.


El miércoles recién llegados a casa y después de haber soltado las maletas, preparando la comida en la cocina, mi querido 4th llegó por detrás, me clavó su dura erección en la espalda y me llevó hasta el sofá. Clavando mi cara en el cojín del sofá me folló todo lo fuerte que él sabe dar, mis gritos inundaban la casa y en una de sus estocadas los dos no pudimos remediarlo y nos corrimos a la vez. Ahora ya, si habían acabado nuestras vacaciones.