Rumbo a Barcelona
Comenzamos nuestras vacaciones en
octubre.
Llevamos casi un mes programando que hacer en nuestro destino,
Barcelona y mirando alojamiento, vuelos, lugares que visitar, obras de
teatro, fiestas nocturnas y alguna que otra escapada Swinger.
Nos hemos puesto en contacto con parejas de allí. Y recibimos la
grata sorpresa que todos están deseando conocernos.
Algunas parejas nos proponen fiestas de bienvenida. Nosotros
evidentemente no decimos a nada que no, nos sentimos abrumados con tanta
hospitalidad.
El móvil comienza a llenarse de
grupos de whatsapp y nuestra agenda cada vez se
llena de más y más citas para toda la semana, hasta tal punto que llegamos a
tener todos los días ocupados.
Yo que nunca he vivido algo así,
me encuentro extasiada, nerviosa, a veces algo insegura por la situación. Los días cada vez se acercan más
y cuando nos queremos dar cuenta ya es dia 1 y nos encontramos sentados en el
aeropuerto con destino BCN.
Esa primera noche nada más llegar
nos espera una pareja maravillosa, (con tatuajes a juego) que hemos conocido a través de una conocida página de Internet. Nos hacen de anfitriones y padrinos en la ciudad.
Como os decía, esa noche quedamos
para conocernos en persona en un bar en el centro. Después de ahí nos iríamos
al Teatre Principal a la fiesta inauguración del Salón Erótico de Barcelona.
La fiesta está llena de actores y
actrices del porno, algún que otro fotógrafo y gente como nosotros.
Yo iba vestida bastante
llamativa, con un vestido muy ajustado y corto de color amarillo y unos tacones
super altos con plataforma que me había regalado mi chico. Ya por la calle al
andar la gente echaba alguna miranda furtiva, pero cuando entramos en el teatre ya fue algo
más curioso.
La otra chica y yo nos
fuimos al baño a retocarnos un poco y al salir para buscar a nuestros chicos
nos pasaron cosas muy extrañas. Empezaron a pararnos varios desconocidos y a querer hablar
con nosotras, pidiéndonos fotos y algunos hacían hasta cola; incluso algún actor nos paró
para hablar con nosotras.
Ella y yo nos mirábamos sorprendidas y nos
reíamos hasta que un fotógrafo se atrevió a preguntar si éramos actrices.
Nosotras a carcajadas empezamos a entender toda esa situación tan surrealista.
Al llegar hasta nuestros chicos
preocupados por nuestra tardanza, les contamos lo sucedido y se partían de
risa. La noche fue surgiendo de lo más
divertida, a algunas personas de allí le repartimos nuestra tarjeta de visita.
Que con gran curiosidad la miraban y me preguntaban cosas sobre el blog.
Acabamos la noche hasta la
madrugada, nosotros reventados de tantas horas en pie, pero eufóricos porque
comenzaba nuestra aventura.
Al día siguiente por la noche
quedamos con otra pareja de Barcelona, encantadores, una pareja súper maja y muy guapos
los dos. Nos fuimos de copas por el centro y nos llevaron a sitios bastante
chulos. Fue una noche de lo más animada, entre charlas, miradas, risas….
La última copa la terminamos en
el apartamento. Ya sabéis, música de fondo, poca luz y
entre conversación y conversación fue cogiendo aquello otro tono. 4th comenzó a
coquetear con la chica y a ponerla cada vez más caliente, hasta que acabó por
desnudarla. El chico y yo comenzamos a intimar un poco, pero yo me encontraba
algo mareada de tantas copas que llevábamos en el cuerpo, entre juegos de unos
y otros cada vez en esa habitación hacia más calor.
Mi cabeza no se
encontraba en ese mismo lugar y al final acabé levantándome sin poder terminar
con todo aquello y yéndome a la cocina por un vaso de agua para paliar tanta copa y poder quitarme
aquel mareo que tenía.
La noche no salió tan tan bien
como nos habría gustado a los cuatro, supongo que hay días buenos y días mejores.
A la noche siguiente teníamos la
fiesta en casa de L.B., había organizado una fiesta titulada “Con aires del
Sur”, iban varias parejitas, aunque muchos ya se conocían entre ellos, algunos más que otros.
Yo iba super nerviosa, era mi primera fiesta privada en casa de alguien. La
chica de L.B. es todo un espectáculo en movimiento. Su cara, sus labios, su
mirada, el cuerpo que tiene, desprende sensualidad y morbo por todos sus poros.
Se acercaba a unos y otros,
interactuado con toda la gente de la fiesta, animando y caldeando el ambiente.
Yo andaba bastante distante y algo reprimida, los nervios me estaban jugando
una mala pasada, comenzaron a jugar unos con otros y yo cada vez me encerraba
más en mi misma. Sentía que todo aquello me iba grande, se me escapaba de las
manos, no sabía que hacer, ni como actuar. Al final 4th y yo acabamos como
espectadores….
Al día siguiente me sentía fatal
por todo lo ocurrido en la noche anterior, sentía que por mi culpa no había
salido como tenía que haber ocurrido y que a 4th le corte un poco las alas y no
lo dejé disfrutar como a él le habría gustado.
Todo el día me fue recomiendo esa
sensación, pedí disculpas a L.B. y algún asistente a la fiesta, ya que no
fue mi intención.
El viaje estaba dando un giro de
lo más inesperado, todo lo que teníamos montado se nos estaba desmoronando. La noche del sábado pasó
desapercibida y cancelamos nuestra escapada a Ooops!, no queríamos otro traspiés como la noche anterior.
El domingo al levantarme seguía
el aire un poco tenso, yo comencé a arreglarme porque nos íbamos a dar un paseo
por la ciudad. Después de un rato, me llega 4th por detrás y me dice con voz bastante
seca, no te arregles demasiado porque te va a durar poco y desaparece al
instante.
Yo me quedo sentada en la silla
terminándome de arreglar y pensando a que venia un comentario como aquel.
Al pasar unos minutos vuelva a
parecer detrás de mí, me agarra del cuello fuertemente por detrás, me levanta y
me mira a los ojos. Su cara, es de estar bastante cabreado y su voz intimida
mucho. Me suelta una torta en la cara y me dice “ya se acabaron los aires de
princesita y vas a empezar a hacer todo lo que yo te diga porque me tienes
harto con esta actitud, te has enterado zorrita?”
Mi cuerpo reaccionó en dos
segundos, estaba sorprendida por todo aquello, muda sin poder soltar ni una
sola palabra, pero mojada, muy mojada.. no sé si decir.. ¿a mi pesar?
Me dio unos pasos a seguir, unas
ordenes. El domingo cambió de itinerario por completo.
Para empezar me bajo los short de
un tirón, me abrió de piernas y me introdujo unas bolas chinas en
mi coñito
húmedo; sin quedar satisfecho cogió uno de los huevos vibradores y me lo metió
en el culito. Me bajó la camiseta y el sujetador y pellizcándome los pezones me
pusó las pinzas lo más apretadas que pudo. Aquello me dolía horrores, solo el
roce del sujetador era abrasador.
Me dio siete de nuestras tarjetas y me
dijo que mi primer paso iba a ser bajar a la calle y repartírselas a siete
chicas con las que me tendría que hacer una foto y mandársela para ver que
realmente era cierto. Tenía de tiempo límite 30 minutos para darlas todas y
volver a casa para pasar al siguiente paso.
Yo no me podía creer lo que mis
oídos estaban escuchando, pero sí, él iba muy en serio. Me dirijo hacia la
puerta y antes de salir, me agarra del brazo y me dice “no te he escuchado
darme las gracias”.
Y yo en mi cabeza gritaba “¿Cómo
voy a salir así si parezco un sonajero andante? Se me escucha a kilómetros!!”
Me mira con cara burlona y me
dice “¿Me vas a desafiar zorrita? Pues ven aquí” Y para quedarse más contento
me mete el otro huevo vibrador por el coñito, ahora si que sonaba lo suficiente
como para estar cerca de alguien y que lo oyera.
Bajé las escaleras del piso como
pude porque andar con todo eso puesto por mi cuerpo era……
La misión se me estaba
atragantando, ¿a quién y cómo me iba a acercar a darle una tarjeta? Y lo más
importante ¿qué les decía?
Al final poco a poco me fui
metiendo en el papel y me iba acercando a algunas chicas a hablar con ellas
para darles la tarjeta. Él mientras tanto no paraba de enviarme mensajes por
whatsapp para ponerme aún más nerviosa. Yo le enviaba las correspondientes
fotos que él quería.
Cuando ya dí la última tarjeta no
me lo creía, subí al piso, me abrió la puerta con esa cara que él pone. No sé
como lo hace pero cuando me mira con esa cara hace que arda por dentro.
Me volvío a agarrar del cuello y
me clavó su mano entre mis piernas, me dijo “muy bien zorrita, lo has hecho muy
bien, ahora te voy a indicar el siguiente paso”.
Me llevó hasta la habitación,
allí había varios juguetes extendidos en la cama, me tiró en ella y me arrancó
la ropa que llevaba puesta.
Comenzó a jugar con mis pezones y
cuando menos me lo esperaba me quitó las pinzas, aquello me provocó un dolor
horrible. Me lamió los pezones para que se me pasara aquel hormigueo.
Bajo entre mis piernas y me quitó
el huevo del coñito, que ya dejó de vibrar. Me agarró fuerte de las piernas y
me clavó su polla super dura dentro de mí. Estaba muydilatada y aquello me
estaba encantando. Después de un rato, la saco bruscamente y cogió el
micrófono. Buscó la máxima potencia y me lo acerco al clítoris; todo eso me
hacía saltar de la cama, no podía parar de gemir y mi coñito chorreaba de
flujos cada vez más. Noté que empezaba a jugar con mi agujero y el micro hasta
que me metió todo el cabezal dentro. Aquello fue lo más intenso que podía
sentir, después de perder la cuenta de todas las veces que me había corrido,
paró y me dijo el siguiente paso que iba a dar.
“Vamos a ir a una fiesta privada
que han organizado y va a haber mucha gente, no quiero que pase lo del otro día,
¿me has entendido? Vas a llegar, vas a mostrar todos tus encantos, vas a hablar
con todo el mundo y vas a ser la chica extrovertida y morbosa que a mi me gusta
y lo que es más importante, me vas a hacer sentir orgulloso de ti, de tener a
la mayor zorrita a mi lado. ¿Te has enterado bien?”
Aquello me puso muy nerviosa,
¿¿otra fiesta?? ¿De verdad aquello iba a salir bien? ¿Quiénes iban a ir? Muchas
preguntas revotaban en mi cabeza. Pero tenía claro que no quería defraudar a
4th.
De camino al lugar de la fiesta,
me pregunta muy serio, “¿De verdad quieres hacerlo?”
Tenía muy claro que sí, pero
estaba tan nerviosa que no sabía si iba a poder.
Llegamos a la ubicación, mis
piernas eran dos flanes. Subimos al piso y al entrar me transformé, me tragué
los nervios, saqué mi mejor sonrisa y comencé a hablar con unos y otros.
Todos eran encantadores, ellas
guapísimas todas, los chicos venían a hablar conmigo, se respiraba buen
ambiente. Algunos invitados eran los mismos de la fiesta anterior, asi que ya
los conocía, aunque también vi varias caras nuevas.
Estábamos todos en la cocina
charlando y cuando menos podía esperarlo llegó el anfitrión me agarró del brazo y
me llevó al salón. Me bajó los pantalones y el tanga, me sentó en el sofá, me
abrió de piernas y comenzó a comerme el coñito. Comenzó a salir la gente de la
cocina, a causa de mis gemidos, y cuando abrí los ojos el salón estaba repleto
de gente; a mi lado se encontraban varios chicos, uno besándome, otro lamiéndome
los pezones. Los nervios ya se fueron, mi cuerpo se entregó por completo a todo
ese morbo que volaba por la habitación.
Todos comenzaron a jugar unos con
otros, los chicos iban pasando por mi, querían tocarme, besarme, follarme. Las
horas iban pasando, no tenía noción del tiempo, pero aquello estaba siendo lo
más excitante que me había ocurrido en mucho tiempo.
Las chicas eran increíbles, no me
cansaba de jugar con ellas. Después de muchas horas sin parar, las piernas ya
las empezaba a notar cansadas y temblorosas.
Por último acabamos varios en una
cama, follándonos unos a otros. Cuando creía que ya había terminado todo me
volvieron a agarrar dos de los chicos y empezaron a masturbarme, mientras uno
me agarraba las piernas, el otro me empezó a hacer un squirt, yo solo me deje
llevar, mi cuerpo no podía más. Y una vez más me volvió a sorprender, me corrí
como nunca me había pasado. Salió un chorro de mí que dejé la cama empapada de
flujos.
Ahora si que había terminado
todo. Mis piernas temblaban, el cuerpo entero no respondía a mis peticiones.
Solo podía desplomarme en la cama y descansar.
Después de un rato, me levanté
como pude y me fui a vestir al salón, tenía un hambre descomunal. Mi chico me
hizo sentarme en el sofá y me llevó comida y algo de beber para coger fuerzas.
Nos despedimos de todos y nos
fuimos a casa. Aquella noche al llegar al apartamento caí muerta.
Los días de vacaciones se iban
acabando, nos íbamos despidiendo de todos y agradeciéndoles lo bien que se
había portado con nosotros, el recibimiento y la hospitalidad que nos habían
dado.
El lunes nos despedimos de
nuestros queridísimos anfitriones en la ciudad, 2P. Para celebrarlo
nos fuimos a la fiesta de moda en Barcelona, a los Nasty Modays, digamos que
fue el broche de nuestro viaje de vacaciones.
Nuestra última noche en Barcelona
acabó con un juguetito para mi chico. Quedamos con una chica de tan solo 20
añitos, que estaba dispuesta a venirse con nosotros a casa a pasar un buen rato
los tres.
Está noche era sólo para él, yo
no participé en el juego, solo para dominarla y mandarle a ella todo lo que tenía
que hacer. Me gustó sentir ese lado poderoso-dominatrix en mí.
El miércoles recién llegados a
casa y después de haber soltado las maletas, preparando la comida en la cocina,
mi querido 4th llegó por detrás, me clavó su dura erección en la espalda y me
llevó hasta el sofá. Clavando mi cara en el cojín del sofá me folló todo lo
fuerte que él sabe dar, mis gritos inundaban la casa y en una de sus estocadas
los dos no pudimos remediarlo y nos corrimos a la vez. Ahora ya, si habían
acabado nuestras vacaciones.